Cómo gestionar los retrasos en el pago

Los retrasos en los pagos afectan al movimiento de caja, y cuando tienes que reclamar los pagos tú mismo puedes poner en riesgo tu relación con el cliente. Sin embargo, hay formas sencillas de que este proceso resulte menos complejo.

Establece tus condiciones

Determina claramente tus condiciones de pago en todos los acuerdos con el cliente. Lo normal es que se pague en 30 días desde la emisión de la factura, y siempre es mejor no empezar un trabajo sin haber firmado un contrato con el cliente. También puede resultar útil incluir una tasa de interés en tu factura (consulta la sección "¿Sigues esperando?" que aparece más abajo).

Planifica recordatorios

Si el pago no llega a tiempo, es importante enviar un recordatorio al cliente lo antes posible. Procura que sea sencillo, exprésate con educación y prepara un modelo de texto para no tener que pensarlo cada vez que tengas que enviarlo. Mira este ejemplo:

Estimado (nombre del cliente):

Le envío este recordatorio porque la siguiente factura ha vencido y está impagada.

Fecha de factura: (introduce la fecha de la factura original)

Número de factura: (introduce el número de la factura)

Importe de la factura: (introduce el importe de la factura)

¿Podría decirme cuándo recibiré el pago?

Muchas gracias de antemano.

Si tienes muchas facturas, puede ser útil configurar recordatorios en un calendario para poder enviarlos en cuanto una factura venza.

Estado de cuentas

Si los recordatorios no surten efecto, y tampoco las llamadas telefónicas de seguimiento, el siguiente paso es redactar un "estado de cuentas". Se trata de un documento menos detallado que una factura, pero que informa al cliente del total que debe.

¿Sigues esperando?

Las demandas legales y las agencias de cobro de morosos deberían ser el último recurso, pero pueden resultar útiles si dejas claras tus condiciones de pago desde el principio. En la mayoría de países existe una tasa de interés sobre las deudas establecida por ley por parte del banco nacional.